martes, 9 de junio de 2009

Coversación en el Café

El dulcor amargo del humo sube por las grietas de la piel curtida del hombre que se aferra al cosmos a través de su tasa de café caliente.

El japonés lo observa como se observa un milagro hecho piedra, después cuero, piel y finalmente nada.

La característica principal del japonés es que no usa anteojos.

El sonido ya gastado de tan gastado de la cuaharita de café contra ese borde del cosmos llamado brillo de la porcelana, es una música tan convincente
como cualquier otra. La ausencia de la ya gastada de tan gastada radio, es reemplazada por esta música anónima de cucharitas.

De todas maneras ya no queda casi nadie, pero los suficientes para no generar una intimidad incomoda.

En el fondo está el ya gastado de tan gastado viejo siberio, leyendo otro tan gastado diario. Pero ya revolvío el café y ahora permanece en silencio.

El tabernero, también un poco gastado, tiene, increiblemente, un gastado trapo en la mano, y de vez en cuando le da una pasada al antiguo mostrador.

No hay gatos.

(Hay una mujer con dos nenes insoportables, pero por suerte ya se está
n llendo.)

El Cacique lo mira al ponja.

El cacique se da cuenta de que el ponja tiene unoS miles de años menos que él. Pero eso no le importa mucho, aunque se compadece un poco.

Es temprano.

La Serpiente Desplumada

La serpiente emergío del cielo con la imponencia y el glamour de las aves más nobles y con intención de seducir a los humanos con sus plumas reales.
Un ser terrestre vió a la serpiente cuando estaba llegando y distraída por la emoción de conocer la tierra no se ocupaba de ocultar sus intenciones.

El ser terrestre, una especie de topo gigante cubierto de barro que comía animalillos, dio un salto con todas sus fuerzas, dejando solo energía para una mordida final en la que le arranco las alas a la serpiente.

La serpiente cayó al barro, y por primera vez supo lo que era la tierra. Y por primera vez se arrastró y después continuó haciéndolo para siempre.

El topo por su lado, al morder las alas fué preso de una maldición que lo llevo volando hacia el cielo, a velocidad infinita, y siguió subiendo por siempre.

Sin embargo la maldición también fue una bendición, porque le dio el poder de ver y dominar a las cosas y a los seres vivos a su antojo, aunque esto con una restricción, lo único que no podía dominar eran las voluntades de los humanos.
Este poder tal vez fue una bendición para este topo, pero para los humanos fue más bien su perdición.

El topo, al no lograr dominar las voluntades humanas, se enojaba y maldecía, y después dominaba sus cuerpos y sus pensamientos para simular que tenían la voluntad de hacer eso.

Era un juego que calmaba su angustia y su frustración por no ser sus poderes absolutos.

Por miles de años los humanos fueron sin saberlo víctimas de este ultraje, y hacían cosas que no tenían voluntad de hacer, y sus pensamientos, que tampoco les eran propios, justificaban estas acciones como las mas justas, correctas y atinadas a la situación presente y además creían que esa era su voluntad, mientras que su verdadera voluntad les era desconocida.

La serpiente estaba tan enfurecida por que le habían quitado sus alas y la habían aterrado, que quiso oponerse al juego de ese maldito topo. Buscó a una doncella hermosa. No le fue difícil desidirse pues no había mucha gente por ahí en ese momento. La miró a los ojos y le dijo:

-Te dare una dosis de mi veneno. Mi veneno hara que te separes de tus pensamientos y de tu cuerpo. Entonces te darás cuenta que te han estado manipulando como una marioneta. Podrás ser libre por un momento. Luego morirás, pero la libertad de ese momento valdrá infinitamente más que una eternidad de engaño.

La doncella que se llamaba ave, vio en una vision a la serpiente con sus plumas y todo su esplendor.

- Que te ha pasado serpiente ? Le pregunto la doncella.
- Me llamo luz y lo que me ha pasado es algo que me hizo ese topo que ya se pasa de travieso y es malvado. Me a quitado mis alas, y encima se fue con ellas volando, y mi voluntad de seducir tambíen con ellas se fue. Si lo que hay en tus ojos es amor al verme, es porque estás viendo una imagen del pasado, pero ya nadie podrá ver nuevamente esa imágen. Al verla le diste vida y ahora ya se voló.

La doncella que se estaba secando las lágrimas con un pañuelo, miró a la serpiente y la vió tan repulsiva que casi sale corriendo, pero se quedo inmóvil y pálida.

- El miedo que sientes es el miedo a lo que yo te puedo brindar, miedo a conocer una verdad que parece atroz. Pero créeme que no hay nada que temer, a los ojos libres nada les parece atroz, a lo sumo inadecuado. Será como haber sido engañada por un estafador. Te darás cuenta de cómo te engañaron, y te causará gracia.

La doncella, que para no ponerse verde de la impresión, estaba viendo en su imaginacón a la serpiente en su antigua hermosura, la doncella digo, sintió en su corazón que la serpiente era sincera. Y razonó que si su corazón estaba siendo manipulado por ese topo, no podría confiar en su dictámen, pero si era así, la serpiente decía la verdad al fin y al cabo. Por otro lado, si su corazón era libre entonces estaría sintiendo acertadamente y descubriría la mentira.

Antes de ocurrírsele la posibilidad de que la misma serpiente estuviera manipulando su corazón (tal era su inocencia), aceptó la oferta y ofreció su cuello al colmillo de la serpiente. Y como había sido prometido, la doncella vio la verdad, fue libre durante un instante que para ella fue una eternidad y después murió.

...

El topo, que todo lo veía se enfureció ante tal afrenta de la serpiente que liberaba y luego asesinaba a uno de sus jugetes. Revivío a la doncella y la volvió a dominar. Pero solo logró hacerlo con el cuerpo, que al carecer de intelecto no puede discernir un engaño. Su mente que ya estaba prevenida no pudo ser dominada. Y sus hijos, al ser tambíen prevenidos, tampoco fueron asaltados en su mentes, pero si en sus cuerpos. Y toda su descendencia llevó una vida de sufrimieto, provocado por el hecho de saberse esclava.

Sin embargo, con el correr de los siglos, las mentes de los humanos comenenzaron a ser víctimas de engaños propios, visiones que la mente creaba para no tener que soportar la verdad, haciendoles creer que eran libres, que ellos controlaban su cuerpo su corazón y sus emociones.

Un día llego a una ciudad la serpiente o un enviado de ella disfrazado de humano, diciendo y gritando a los cuatro vientos que estaban ciendo engañados, y que ese engaño les impedía ser libres, a la vez que les hacía creer que lo eran.

Los lugareños, que estaban chochos de la vida, se rieron de él, y cuando se puso pesado lo mataron a patadas.
Unos momentos antes de morir uno le preguntó:

- Y a vos quien te mandó ?
La serpiente o su enviado que ya deliraba de la poca sangre que llegaba a su cabeza dijo:

- Fue ese maldito topo!. Me dejo acá tirado, y el se fué a jugar a los soldaditos!.

- Pero lo que moría en realidad era solo un artificio, un falso cuerpo, que unos días despues de ser enterrado expulsó al infiltrado que se fue volando ante la vista estupefacta de los vecinos.

Pero ese no es todo el cuento. La serpiente que cada vez se esmeraba más, volvió a aprender el arte de la seducción. Carente ya de toda belleza que un humnano pudiera apreciar, aprendió el arte de transfigurarse en hombres o mujeres de una hermousura extraterrenal. Muchos hombres y mujeres terrestres caían en el falso amor por la imágen superflua de la serpiente, y sus cuerpos y su mentes, inundados de pasión y lujuria dejaban de responder a las órdenes del topo y se entregaban a la hebriedad de los besos.

Mientra la serpiente se regocijaba el topo se enfurecía cada vez más. Entonces hizo algo que tendría que haber hecho hacía mucho tiempo: Ordenó a las aguas del mundo que inundaran toda superficie que un humano pudiese pisar, y tras interminables lluvias todo quedo sumergido. Sin embargo antes elijió algunos súbditos que aún respondían a su mandato y les hizo construir una ciudad acuática y les enseño a respirar bajo el agua.

La serpiente, que odiaba el agua, quedo sin poder acercarse a ningún ser humano durante siglos.

Continuara...

El Cementélido

Solo el silencio
la permanencia del humo

en el aire
espesura que sube
tranquila
y la sierra
y la implacable estrechez
de la represa
que soporta la presión
de toneladas de mercurio
mientras los ojos se van hinchando
mientras el cerebro se va hinchando
hasta ocupar toda la sala
y se esparce por el techo
y por debajo de la puerta
un cerebro viscoso
con manos como pulpos
con tentáculos invisibles
que se esparcen
por el aire
y va por las calles
llenándolo todo
hasta las puertas de los bancos
de las iglesias
de las casas
de los patios de escuela
y camina
un gusano de patas infinitas
de baba que se arrastra
y flemas
flemas que se esparcen
a través de pieles
de tierras
y va
de apretón de manos
de beso en beso
de mirada en mirada
y ojo por ojo
todos van llenando sus cuencas
de un moco gris
del cementélido gusano
que con sus lenguas
entrelazadas como medusas
va depositando su excremento hueco
y las gentes abren las bocas
y vomitan pelo
pelos en pelotas
en madejas
y cabelleras enteras
hilos interminables
como un agujero
que atraviesa las paredes del alma
y la va cociendo
con hilos de baba
con telas de araña
y abrís la boca
y escupís el corazón
que queda colgando
enredado entre pelos
y pelos que salen
y se alargan
y se estiran
y tus pies se encogen
y tu alma se pliega y se arruga
y se hace un bollo de lana
que va tejiendo más moco
moco para el relleno
del animal cementélido
que es insaciable
y acaba con mundos
y todo es silencio
y no hay más que ruido
y arena...

El Mono


El corazón
como símbolo
de la piedra
la espada
como símbolo de
atravesada en
clavada por
en la piedra
en la espada
la piedra atravesada
y el corazón atravesado.

El corazón
como símbolo del puente
el puente como símbolo
del espíritu el
el espíritu él.

clavada en.

La espada como guerrero
como símbolo de dormido
como piedras
como corazones
bebo sangre
como símbolos de los corazones clavados
como descorasímbolos desespíritus
desenclavado.

La piedra
como símbolo de la espada
el corazón atragantado
la espada enclavada
en el símbolo
como puente del guerrero
como guerrero
como símbolo de
del corazón
guerrero
como guerrero
o como corazón.

Trabado

El corazón del guerrero
como ensoñando
ensañado
desentrañado
desentrenado.

...
Como símbolo de clavado
el clavo en el ojo
en el guerrero
como piedras clavadas
como encrustadas
como que no dejan
como clavados
como picados.

Picadillos...

Y el guerrero
como queriendo...
como símbolo...
como sangre...
derramada...
que corre...
como ríos...
como símbolos...

Como símbolos...
del desierto...

Y la sequía
como símbolo de la lluvia
clavada en
clavada por.

Como tierras
como símbolos
como sangres
como corren...

Las salivas como sapos cantan
y las mangas del sapo
como símbolo de quién sabe qué.

Y las manzanas del paraíso
como símbolos del árbol
sabiduría
como símbolos
corazones guerreros
que corren
sangre
ríos
cactus
como lluvia
que sube
emana
hacia el
por
para
siempre
por si
corren.

Ríos

Ríes

Guerreros.
Como símbolos de piedra
como ensoñando
como queriendo
y la muerte súbita
como símbolo que se va
como ida al paraíso
como sol
como bocas
como cerradas
como lluvia.

Corren...
Corren...

Y las lágrimas
como símbolos
del oasis
como en el desierto
cocos mangos manzanas
como símbolos de dios
como cigarrillos
como bananas
como siempre
monos cocos palmeras
oasis
como Isis
Osiris
oasis
o así
o asá
o acá
o allá
es lo mismo
"lux sombra Dei".

Como símbolos
bebo corazones con sangre.

Bebo clavadas
espadas de piedra
corazones de espadas
encavadas
cavadas profundas
prófugas heridas
de ríos
de sangres

Y el guerrero
como queriendo.

Como soñando símbolos
como el ruido
como el grito
como la espada
como la piedra
como corazón
como despertando
como de un profundo
como lágrimas
como oasis
oasis como símbolos del desierto
como símbolos de la sequía
como símbolos de los cactus y
de las lluvias
como lluvias de sangre
como sangre de ojos
como piedras
en los ojos
como corazones en los ojos
como estómagos en los ojos
como ríos...

Y el guerrero
como en su hermoso sueño
flotando...

Y la espada
como clavada en la espina
como despertada
como un hada
como una estrella
como luz.